Invierte en dormir.
Es un hecho que te vuelves más fuerte si duermes mejor. Dormir es una inversión en calidad de vida. ¡Después de todo, pasas un tercio de tu vida en la cama! El sueño es una necesidad básica y un estado vital sin el que ni los humanos ni los animales pueden vivir durante muchos días. A corto plazo dormir mal o el insomnio provoca problemas de concentración, cambios de humor y nos convierte en un peligro en el tráfico. A largo plazo, esto resulta en una menor resistencia a las enfermedades, acelera los procesos de envejecimiento, nos quita energía e incluso tiene consecuencias sociales.
La altura, el peso y la forma del cuerpo son factores importantes a la hora de comprar un colchón. El colchón debe brindar un soporte cómodo a todo el cuerpo y mantener la columna lo más recta posible. Un buen colchón debe adaptarse y soportar tu cuerpo y ofrecer la resistencia adecuada para que tu cuerpo pueda descansar. Esto le permitirá relajarse y dormir mejor. Por lo tanto, el grado de firmeza que elijas es importante y debes tomarte tu tiempo a la hora de probar una cama en la tienda. El colchón debe responder a los impulsos de su cuerpo, facilitando darse la vuelta en la cama. Es especialmente importante que los hombros y las caderas puedan hundirse en la cama. Si tu cuerpo puede relajarse, no te despertarás rígido por la mañana. Un buen colchón también reduce el riesgo de presión incorrecta, dolor de espalda y sueño inquieto.
Pasión por la artesanía.
Experiencia en sueño.