Hay muchas razones por las que podemos despertarnos durante el sueño. Los sueños, los ronquidos o la necesidad repentina de ir al baño son ejemplos de ello. Pero también hay casos en los que la cama o las condiciones en las que duermes son el problema. Es posible que su dormitorio esté demasiado cálido o frío y que la cama en sí no le brinde la comodidad que necesita para seguir durmiendo.

Si su cama es demasiado dura, su cerebro le indicará la necesidad de salir del sueño profundo para poder mover su cuerpo y aliviar el malestar. Un ejemplo es la parestesia posicional, en la que el brazo se queda dormido porque lo presionas. En resumen, si su cama no le proporciona el confort necesario para dormir, no tendrá suficiente tiempo en las distintas etapas del sueño. El resultado es que te sientes cansado por la mañana.

En Jensen, nuestro objetivo es siempre desarrollar camas que proporcionen el mayor confort posible para dormir, porque esta es la clave para aumentar la calidad de su sueño. A continuación, enumeramos algunas de las innovaciones que le ayudarán a despertarse completamente descansado cada mañana.